Ambos proceden de distintas partes de la planta de cannabis. Los cogollos en floración, las hojas y el tallo son ricos en cannabinoides (como el CBD), flavonoides y terpenos. A partir de ahí, se obtiene un extracto de CBD.
El aceite de semillas de cáñamo, o aceite de cáñamo, procede de las semillas prensadas de la planta de cannabis. El aceite de semillas de cáñamo es muy nutritivo, rico en ácidos grasos omega-3, y suele utilizarse para cocinar.
Como el extracto de CBD de las flores es potente y poco apetecible, es necesario combinarlo con un aceite portador. En los aceites y cápsulas de Sensi CBD se utiliza aceite de semillas de cáñamo para complementar el extracto de CBD.