En general, el CBD se tolera muy bien. Sin embargo, en raras ocasiones pueden producirse efectos secundarios no deseados, como náuseas, fatiga, mareo y sequedad bucal. Si experimentas algún síntoma molesto tras consumir CBD, abstente de consumirlo durante un tiempo y prueba con una dosis menor.
Si por accidente ingieres una dosis elevada de aceite de CBD, no sufrirás efectos psicotrópicos ni una sobredosis.
Si tomas una medicación por prescripción médica, como anticoagulantes, medicamentos para el hígado o el corazón, consulta a un médico colegiado antes de consumir productos con CBD.